Un lobo muy flaco y escuálido se paseaba cerca de una aldea cuando se encontró con un perro fuerte y radiante.

--- Dime, amiguito.  ?Quién os da de comer, a vosotros, los perros?

--- Pues, la gente... nuestros due?os...

--- ?Realmente les prestáis un difícil y gran servicio?

--- No, no es difícil... Nuestro deber es vigilar la casa desde el patio.

  ---?Y solo por esto os dan de comer? Ahora mismo estaría dispuesto a prestarles ese servicio a cambio de algo de comer, porque a nosotros, los lobos, nos cuesta mucho encontar comida...

   --- Siendo así, ve a ver a mi due?o y pídeselo... Seguramente te tomará a su servicio y te dará de comer.

El lobo se puso amuy contento y se dirigió hacia la ladea, acompa?ado por el perro. Cuando ya estaban cerca de la casa y estaban a punto de entrar en el patio, el lobo se fijó en que el perro tenía una peladura en el cuello y su piel ara?ada.

--- ?Cómo es que tienes el cuello tan mal ?--- le preguntó.

--- Porque sí...

--- Pero ?con qué te has hecho ese da?o? --- insistió el lobo.--- Pues, verás ... Con la cadena ... Durante el día estoy encadenado... es la cadena lo que me hiere el cuello ... --- dijo el perro.

--- ? Ah!, siendo así...Adiós, amiguito --- exclamó el lobo---. No quiero prestar ningún servicio a los hombres. Prefiero estar flaco y no comer, pero disfrutar de mi libertad.

(      ) Cuando el perro se paseaba se encontró con un lobo muy fuerte.

(      ) El servicio que ofrecía el perro al due?o era vigilar el patio.

(      ) Al prncipio, el lobo quería trabajar para los hombres a cambio de comida

(      ) Después de entrar en el patio, el lo descubrió la herida del perro.

(     ) De día el perro siempre está atado con la cadena.